Me tocó cerrar sus ojos

(Publicado en el Diario El Informador el 06.05.09)

Me tocó cerrar sus ojos
Lic. Víctor M. Barranco C.

La vio partir para siempre, a pesar que tenía solo 15 años. La tragedia sonaba hueca, sombría, increíble y hasta distante. No había en su presente ni el olor a jardín, ni el brillo de su adolescencia, ni ese paquete de sueños que, despierta, compartía con él a medida que crecía. Solo un colchón de madera y la inevitable luz de las velas. El sonido de la distancia, era solo el rumor de nuevas aprendidas tristezas. Hoy, ante lo inevitable, anda con ese ropaje lleno de ese gran dolor que ahora trajina por culpa de quien, al parecer con unos tragos de más, la mató con su carro, hirió a un primito suyo y se dio a la fuga. Los dejó tendidos y sangrantes en el suelo, sin pena, sin remordimiento, sin prestarles el auxilio requerido. Víctimas de su imprudencia. De la doble. Del arrollamiento cuando estaban en una acera, y del haberlos abandonados a su suerte quizás…porque no hay peor dedo acusador que la conciencia. Hoy, detrás de sus párpados, con ese andar lento de quienes deben despedirse definitivamente de las sonrisas, inventa tiempos de manos de su esposa y deambula por los pasillos de la judicatura tratando que se haga justicia. Su única hija. Su hermoso ángel. Arrancada de la vida, malamente. Por eso en el fondo, en el sitio donde lastimaron su amor, las luces hoy son solo destellos que enceguecen y que lastiman esa sombra donde se ha guarecido momentáneamente, para evitar ese dolor que cala sus huesos de una manera perversamente extraña. Se fue. Él mismo cerró sus ojos. En el ambiente frío de una morgue donde además del dolor debió pelear con los zamuros, los comisionistas, la carroña que mora en esos ambientes tratando de aprovecharse del pesar ajeno, sintió además el desespero de las miserias y la ingratitud de las vivencias. Y ese ambiente nauseabundo de quienes, sin pudor y sin vergüenza, trafican con la entrega de los restos de los seres queridos. Cada hora, era una acusación nueva. Ese descubrir en medio de la mayor pesadilla, no solo la desvergüenza de quien mató a su hija, hirió a su sobrino y se fugó sin ningún remordimiento, sino de esa impunidad que al comprobarla, sacude su insomnio cada nueva noche. En su memoria, en los papeles que carga, en las investigaciones hechas, en los informes, en el expediente hay mucho más que una huella. La marca de unos pasos que la tragedia sintió. Esa pisada tenebrosa de quienes al andar, van tratando de borrar el rastro. Aquel carro vino tinto, desde donde se trata de borrar las culpas de tanta miseria transitada. Acabaron con su familia, sus sueños, los sueños de ella, y del niño que aún padece las consecuencias del arrollamiento. Por ahora, solo le queda un documento, unos testimonios, una fosa, las sonrisas, sueños y esperanzas de ella…batallando en su corazón y en su mente, con aquella caja de madera capaz de testimoniar su muerte. Temprana. Injusta. Irresponsable e impune. El aborto de la madrugada…y a pesar de todas las evidencias, la irresponsabilidad realenga, disfrutando, amenazando…jugando a la impunidad y al olvido.

-Me escribe a mi correo y me dice: Es muy probable que el solo hecho de recibir estas líneas, no lo hagan recordar quien soy, pero si usted se entrevista conmigo estoy seguro al verme lo hará. En los últimos días he tratado de ubicarlo pero no he logrado, fui a Promar y hasta hice que mi padre dejara una nota en su casa con el vigilante. Entiendo que por ser persona publica, hay muchas caras que se ven y que se han visto en alguna parte y no sabemos donde. Para ayudarle, siendo yo desempleado, trabajé como mesonero y en muchas ocasiones fui yo quien le atendió... en otra ocasión escribí a su correo para conversar sobre las matracas de los fiscales de tránsito...y usted hasta me mencionó en su columna de los miércoles. Mi intención de comunicarme con usted en esta ocasión, se relaciona a un hecho trágico que enluta mi alma y la de mi esposa, así también como la de familiares cercanos y lejanos, además de los amigos, que me gustaría hacerlo del conocimiento público y agradecer a toda la comunidad de Cabudare por el apoyo tan grande y voluntario que hemos sentido después de lo ocurrido aquel fatídico sábado 28-03-09. Acordamos una entrevista, acude a mi oficina y me cuenta….

- Un 22 de noviembre mi esposa dio a luz una hermosa y bella niña que por conocimiento siempre quise que tuviese el nombre del inicio del Mundo, como lo indica la Biblia: “GENESIS”. Con este nombre, yo siempre quise rendir homenaje, ya que era un regalo bendito de la primera nieta de ambas familias, e igualmente única en todo para sus tíos y por consiguiente nuestra única hija. Fueron pasando los días y con ellos llegaron momentos de bendiciones, felicidad y alegría. La vimos crecer, cumpliendo sus sueños y los nuestros. Compartiendo su primera palabra. Su primer juguete. Su primera alegría. Los triunfos como estudiante. Las satisfacciones como hija. Los logros como amiga. Sus desayunos, sus risas, sus tareas trabajos y esos primeros seis años de la infancia más tierna y bellas que un Ángel pueda tener...Comienzan los años de Liceo, en donde se destacó como excelente estudiante, abnegada y responsable, siempre con el apoyo nuestro en cada uno de sus trabajos y en cada uno de sus momentos de cansancio...Durante toda su vida, abrió un compás de amiguitos y amiguitas, que compartieron sus mejores momentos pues era muy alegre y jocosa lo que encantaba a todo aquel que la veía, e igualmente fue respetuosa de las personas adultas que la adoraron y conocieron...Participó en los NIÑOS CANTORES DE CABUDARE, allí aprendió a cantar y tocar flauta dulce, que a su vez me enseñó Licenciado.. En los últimos meses, estudiaba noveno grado en el Liceo Jacinto Lara del mismo municipio Palavecinense¸ cumplió sus quince años y con el apoyo de sus tíos, se los celebramos. No fue una fiesta por todo lo alto, ni pomposa….más bien fue una reunión íntima, familiar, humilde, porque no tenemos grandes riquezas. Nuestro mayor orgullo son los hijos, por ellos uno vive, se sacrifica, esfuerza y logra algunas metas, pero siempre con la ilusión de verlos crecer, graduarse y ¿por qué, no? hasta que nos hagan abuelos entre otras cosas... Pero todos los esfuerzos, esperanzas y sueños, se vieron interrumpidos violenta y trágicamente el sábado 28-03-09, cuando en la acera de la casa, un conductor imprudente, cegó la vida impactándola a ella y a su primito y dándose a la fuga, tal si fuera un animalito, los dejó sin ayuda...Como si él no tuviera también hijos. Como si no le doliera la vida de unos niños. Sin asumir su responsabilidad, no solo como conductor del vehículo…sino como ser humano, como padre, como hijo que debe serlo. Fue el sábado, más trágico y duro que hemos vivido desde que estoy o estamos vivos...

- ¿Qué fué lo que ocurrió?
- Estábamos reunidos en la casa de un cuñado picándole una torta a uno de los niños. A las nueve y media salía a llevar a mi suegra a su casa…allí recibí la noticia que a mi niña y a su primito, un hombre presuntamente ebrio la había arrollado…y se había dado a la fuga. Recibir una noticia tan dura, que jamás soñamos recibir me impactó, cuando me avisaron salí corriendo aún con la esperanza de encontrarla con vida, con un hueso roto, una cortadura u otro detalle, pero con vida….y, cuando llegue al Ambulatorio, solo vi la expresión de los médicos y enfermeras, que al verme abrieron paso para que me acercara, con esta reacción sentí que -aunque nadie me lo dijera- ya era demasiado tarde... Desde ese instante cambió y dio un vuelco la vida. Yo la tuve entre mis manos cuando nació, manos que muchas veces tomé y besé para llevarla a diario a la escuela y para caminar a cualquier parte… para en ese instante vivir el momento más duro de mi vida…. Tener entre las mías, otra vez sus manos… pero esta vez llenas de la sangre de mi hija, Licenciado. No podía entender, ¿por qué, en tan poco tiempo se apagó una vida?.

- ¿Dónde estaba ella?
- Estaba en la casa y salió a despedir a alguien con un sobrino. Allí apareció un carro sin luz, a alta velocidad, que se montó en la acera, los arrolló y se dio a la fuga. Un vecino del sector, en una calle de casi 14 metros de ancho. A ella la mató, y al niño de diez años, lo dejó con consecuencias que aún padece.

- ¿Y el conductor?
- Está identificado. Incluso me dicen que tiene antecedentes, pero no me consta. Hay testigos que aseguran haberlo visto bebiendo antes del accidente en un negocio del sector. Algunos le han escuchado proferir amenazas, a tal punto que tuve que solicitar –yo que soy la víctima- protección policial que me fue acordada por el Ministerio público. A mi niña me la dejó muerta en el sitio...y mi sobrino presenta aún dolor intenso de cabeza, mareo, nubosidad en la visión, dificultad para conciliar el sueño.

- ¿Tienes más hijos?
- No Licenciado, era mi única hija

- ¿Qué sientes?
- De todo. Rabia, impotencia, dolor, tristeza, frustración, angustia. Me tocó cerrar sus ojos. Retirarla de la morgue. Y mientras lloraba a mi hija en mala hora fallecida, tener que enfrentar a los zamuros de la funeraria tratando de hacer un negocio. A empleados prometiéndome aligerar la entrega del cuerpo de mi hija si les daba medio millón de bolívares de los antiguos. Esa especie de infierno doméstico que hace mucho más cruel e increíble la pesadilla. Fui yo quien se lo dijo a mi esposa. Mi Dios le ha dado a ella mucho valor para enfrentarlo. Ella era nuestro sol. El centro de la casa. Nuestra esperanza. La alegría. El futuro….y mire, hoy gracias a una negligencia o una irresponsabilidad ya no está con nosotros. Desde ese momento cambio la historia, porque ya no podré vestir a mi hija para una fiesta, nunca pensé que tendría que darle desde ese momento la cama que nadie quiere y sueña: una urna…y tampoco la casa que nunca pensamos: una fosa. Siempre soñamos con una casa grande y bonita, con un cuarto para todas sus cositas y jamás nos pasó por la cabeza en que íbamos a ir, a sus quince años, al cementerio a visitar su tumba...Si el tiempo se pudiera devolver, me iría ese día cinco minutos antes, cuando le dije a mi hija tienes una hermosa sonrisa, te amo!. …pero tan solo cinco minutos bastaron para que la imprudencia cegara su vida. Y lo más difícil de entender es que los seres humanos, nacemos, desarrollamos y morimos, que venimos a esta tierra a cumplir con una misión, pero jamás nadie explica el significado de la muerte, ¿cómo llega y a qué hora? Por lo general los hijos entierran a sus padres como ley de vida, pero, ¿Cómo?, ¿Por qué?, ¿De qué manera? En este caso pasó lo contrario. Y créame Licenciado, los padres no estamos preparados para enterrar a los hijos.

- ¿Qué estudiaba?
- Tercer año de bachillerato, lo que hoy conocemos como noveno grado. Tenía uno de los mejores promedios del curso. Mire –me dice enseñándome orgulloso las calificaciones de su hija- era una excelente estudiante. Yo respondía todas sus preguntas. Siempre tuve una respuesta para ella. Ahora Licenciado, no tengo una sola respuesta para estas preguntas que mi esposa y yo nos hacemos cada segundo ¿qué pasó? ¿Por qué a nosotros? ¿Por qué a ella?

- ¿Confías en la justicia?
- Espero seguir confiando. Que no se me vuelva un cangrejo. En la Fiscalía XVI han sido muy diligentes con el caso. Se han portado muy bien con nosotros. Sobre todo por un comentario que le hicieron a mi cuñado, al padre del niño también atropellado junto a mi hija, en cuanto a que no demandáramos, que no procediéramos...que era mejor que nos quedáramos quietos y nos evitáramos problemas

- ¿Los amenazaron?
- Pues, al parecer sí. A tal punto que solicité protección al Ministerio Público y me la concedieron. Aunque sabemos que tenemos la protección de ese angelito divino. Fíjese Licenciado, hace días uno de sus compañeros y amigos llegó a la casa y al ver a mi esposa llorando me dijo “yo vengo a hablar con su esposa, porque esta puerta de su casa se ve muy grande porque no está Génesis. Ella siempre nos invitaba a estudiar juntos, yo soñé que ella me dijo…no me lloren tanto, que yo estoy bien donde estoy”
- ¿Por qué no tuvieron más hijos?
- Por problemas de salud. Mi señora tiene problemas serios con la tensión.

- Si pudieran ¿tendrían más hijos?
- Mire que lo estamos evaluando. Hoy la ciencia médica ha avanzado mucho y nos han dicho que con los controles adecuados podemos. Que si bien hay algunos riesgos, no solos mismo de hace una década atrás. No existe palabra alguna que me diga, cómo tener tantas ilusiones y sueños de obtener el titulo de educación de un hijo y ahora solo recibir el Acta de Defunción y que la celebración que había de expresar felicidad se convirtiera en rezos y última noche...el tener una esposa sufriendo más que nadie, al resto de la familia desconsolada y en mi corazón un vacío y un desaliento...

- ¿Alguna reflexión adicional?
- Si usted decide publicar mi pesadilla, haga saber a toda la colectividad de Cabudare, que apreciamos toda la solidaridad, apoyo, admiración, consternación y respeto por mi Ángel, a quien le di como nombre...El inicio del todo según la sagrada Biblia...Génesis...

Un testimonio que sacude. Una impotencia que estremece. En espera de la justicia ahora debe asomarse en sus tardes a ese sitio donde reposa el afecto ausente. Desde allí, inventarse una fuente de colores para regar de luz cada espacio de su memoria que lo mantiene insomne. Colocar al margen del camino, esta miseria amiga enquistada desde aquella noche en lo peor de sus días. Va a buscar claridad en esas sombras. Alguna razón. Algún indicio. Alguna mirada de aliento que en medio de la turbulencia, lo acobije. Va a regresar al principio. A su Génesis. A donde una sonrisa, quince año, un beso, una pregunta, un tomarse de la mano, una brazo fuerte…eran la mejor justificación de su existencia. Va a tratar de no seguir muriendo en vida. A ponerle fin, haciendo justicia, en esta tragedia que su cotidianidad deforma. Va a buscar la verdad. No para recuperar su hija que sería andar en lo imposible. Si no para que la justicia pueda reconciliarse con la vida. Y nadie más sustituya sonrisas por muerte en medio de una vergonzante impunidad. Para que nunca más, por la imprudencia o el abuso del alcohol, de un hijo…los padres tengan que llorar su muerte.






2 comentarios:

Unknown dijo...

Conozco desde la infancia a la mamá de Genesis y a su esposo desde hace varios años. Me llamaron para darme la noticia el día de su entierro y fui. No pude contener las lágrimas al ver a mi amiga pasar por tan terrible tragedia, el solo oir sus palabras, su dolor aún por tratar de entender y no creer por lo que estaba pasando... Tengo entendido y me consta que la niña fue buena en todo: como amiga, como alumna, muy buena hija, nieta y sobrina. Me conseguí un día con el padre de la niña frente a la Fiscalía XVI, le pregunté por el caso y me dice que va adelantado y a su favor. ¡No puede ni debe quedar impune este delito! Lamentablemente les tocó a ellos, pudo ser a cualquiera de nuestros hijos. Gracias Licenciado por este espacio y por prestar atención a "GENESIS".

Oriana dijo...

Espero que se haga justicia no es justo que ese criminal este suelto