La negligencia mató a mi hija

(Publicado el 23.01.08)
La negligencia
mató a mi hija

Lic. Víctor M. Barranco C.

En el vacío, en esa bruma donde los dioses suelen abandonarnos al dolor, a lo imprevisto… a ese territorio cenagoso donde la fe se estrella con la realidad…donde nace el silencio para quedarse siempre; los hijos de la tristeza escribieron en su incredulidad nubarrones en su memoria que, aún en su crueldad, disimulaban los tiempos. Nunca pensó que una visita al odontólogo le arrebataría a su hija. Nunca imaginó que en el descuido de un profesional con supuesta experticia, se iría el último aliento de su niña. Jamás pasó por su cabeza que una supuesta irresponsabilidad le negara una posibilidad a ella, que solo requería un espacio médico con los recursos adecuados para realizar el trabajo asistencial que prestaba. Por eso hoy en sus ojos, en ese mismo sitio donde la gravedad lo acapara todo...lágrimas, despojos, llantos, lodo, acusaciones, marcas; en esa especie de cementerio del tiempo en que se convierten los días cuando hay una injusticia que nos hace su presa…estas mismas angustias que se repiten cada segundo en el acusar de siempre…ellos, papá y mamá, han dejado de arrodillarse, de pedir clemencia a las pesadillas, de invocar llorando los sueños frustrados por la mano experta que presuntamente se equivocó y cobró con muerte, la muerte de su hija, tal negligencia…de doblegar su dignidad, de doblar su espalda, de seguir tocando con desespero las puertas de la justicia, de llamar a Dios para que se presente…solo por un pedazo de esperanza: que alguien responda por la vida arrebatada a su hija, en una intervención odontológica. Por ello gritan detrás de ese mismo sueño cada vez que no enronquecen, cada vez que el hambre de amor de su hija ausente lacera cualquier asomo de risa; incluso el sitio, donde alguna vez anduvo el amor; y cada día, sin resultados, desde El Tocuyo donde vinieron a realizar un chequeo de rutina a María Fabiola de solo 4 años, y se llevaron su cadáver…vuelven a buscar, a hurgar sin pausas, a pergeñar en esa soledad que grita, que alarma, que sacude, que violenta el alma; para ver si encuentran la paz en medio del acusador y cómplice silencio. Desesperados por la misma vivencia, esa reiteración del llanto que no cesa, esa lluvia de arenas que sepulta la claridad, ese ropaje lleno de remiendos que marca el camino…con esas heridas sin cicatrizar que les dejó esta guerra, su propia guerra por la justicia tantas veces perdida en medio de complicidades subalternas…buscan solo un lugar, alguna esquina vacía, algún rincón abandonado donde puedan reposar ellos y la memoria de su niña…después que alguien explique, qué es en realidad lo que ha pasado.

- Cuénteme ¿qué fue lo que pasó?
- “Este es el caso de mi única hija MARIA FABIOLA de cuatro años y medio de edad; ella sufrió varias caídas donde los golpes se lo llevaba era precisamente en la boca, motivo por el cual me vi en la necesidad de llevarla varias veces con la Odontóloga quien le solucionaba cualquier molestia que tuviese en los dientes. La ultima vez que la llevé con esta Doctora, porque le estaba viendo un absceso, como un diente en la encía, ella me dijo que no podía tratarla porque eso era de operación, por lo tanto me la refirió con una especialista en una clínica del este de la ciudad, porque para ella lo que mi hija tenia era un pedazo de hueso de la encía que con las caídas se le había astillado y brotado en su encía. Voy donde la doctora con mi hija. Yo le llevaba la Panorámica que por vía telefónica me pidió trajese para poder ver mas claro lo que tenia mi hija. Le expongo el caso, lo revisa y me confirma que tenía que realizarle una operación y me explica que la iba a sedar completo, pero que no me preocupara que era sumamente sencilla y solo iba a durar 15 minutos. En vista que ella es la doctora y debe saber lo que hace acepté, porque yo tampoco quería traumatizarla. Esa consulta fue el día jueves 11-01-2007 además me dice que como va a estar sedada, la Odontopediatra iba a aprovechar de trabajarle las pequeñas caries para no tener que llevarla nuevamente; le manda a hacer los exámenes de laboratorio y la valoración con el cardiólogo porque para el día miércoles 17-01-2007 la iban a ingresar”

- ¿Qué sucedió luego?
- “Le realizo los exámenes el día Sábado 13-01-2007 y el día martes 16-01-2007 la llevo a la Cardióloga, le hace la valoración y un electrocardiograma dando todo el resultado excelente, con condiciones estables para la operación, ya que mi hija era una niña muy pero muy sana, no le faltaba ni siquiera una vacuna las tenía todas, hasta las de refuerzo; llegó el día Miércoles 17-01-2007 a eso de la 1.30 p.m. se le colocó la vía endovenosa en una clínica del centro de la ciudad, que le dolió mucho, por lo que lloró bastante, nos trasladamos a una clínica del este de la ciudad donde estaba programada la operación de mi hija a las 4.00 p.m.; llegamos a las 2.00 p.m. y estuvimos esperando la llegada de los doctores. A las 4.30 aun nada de llegar, los llamaban por teléfono y decían que estaban en una cola, cuando por fin llegó la Odontopediatra, a los 15 minutos lo hizo el Anestesiólogo, con solamente una cajita como de herramientas en la mano; llegó directo hacia el quirófano y a los 5 ó 10 minutos llama que está listo. Llego yo y llevo a mi hija tranquilita para adentro y al entrar, justo en la puerta él agarra el brazo de mi hija y le coloca con una inyectadora un liquido transparente como agua…seguimos caminando hacia la silla del consultorio de odontólogos y la siento en ella; en cuanto la senté le vuelve a agarrar el brazo y le coloca con otra inyectadora un líquido blanco como la leche, y mi hija le pregunta: ¿qué es éso? -que por cierto fueron las ultimas palabras que ella pronunció- el doctor le responde que es leche de magnesia, y al terminar de colocarle el liquido la reacción que tuvo mi hija fue muy brusca, ya que la cabeza se le cayó al hombro como si se hubiera muerto, ni siquiera le había realizado una elemental prueba de anestesia y yo tenia entendido que le iban a aplicar sedación consiente solamente y no anestesia general… que lo que iban hacer era adormecerla, pero que iba a responder a los mandatos y eso no fue así, al principio yo pensé que como la iban a dormir con anestesia era en un pabellón con equipos, pero tampoco fue así, ya que fue en el mismo consultorio, donde ni siquiera le colocaron el monitor para ver los signos vitales de la niña. La asistente estaba con la Doctora en otra operación en el consultorio de al lado, al colocarle la anestesia el anestesiólogo me dijo que esperara afuera, por lo que yo salgo y le digo a mi hermana que esa anestesia fue muy fuerte porque la tumbó de inmediato… y no había terminado de hablar con mi hermana cuando me llama la Odontopediatra y me dice: no se vaya a alarmar pero su hija ha dejado de respirar por si sola; el doctor le está dando respiración boca a boca y supuestamente no se había dejado de oxigenar el cerebro… que no me fuera a alarmar, pero la tenia que referir a un hospital aunque todo estaba bajo control porque ya se estaban comunicando con la ambulancia para venirla a buscar ”

- ¿Qué hace usted?
- “Llamo a mi hermana y a mi esposo, que también estaba con nosotros, pues veíamos a la asistente de la Doctora correr buscando algo…la confronté y le pregunté qué busca o qué necesita para comprárselo… y ella me responde: ADRENALINA, ya que el anestesiólogo no tenía. Fue entonces cuando sale la Odontopediatra de otro consultorio, la dueña de la Clínica y preguntan a la Doctora, ¿qué está pasando? Ellas hablan y la dueña de la clínica sale corriendo a buscar la ADRENALINA; entra al consultorio donde estaba mi hija, pero a nosotros no nos dejan pasar. Ello aumenta nuestra alarma cuando nos encontrábamos esperando a que llegase la ambulancia que llegó luego de 20 a 25 minutos porque había mucho tráfico, y además porque la camilla no cabía en el ascensor. Antes de éso yo le sugerí llevárnosla en otro carro pero la respuesta era que no se podía porque NO tenían el OXIGENO PORTÁTIL (¿qué le parece Licenciado?). Entonces le pregunté a la Doctora qué había pasado y ella me respondió que cuando comenzó a trabajar en las muelitas de la niña, se dio cuenta que se le estaba poniendo morada la encía, se lo comunica al anestesiólogo y éste le responde que le falta mas oxigeno y le da vuelta a la manilla y le aumenta el oxigeno. En vista que seguía sin respirar, es cuando se percatan que está sufriendo un paro respiratorio y deciden trasladarla a un hospital, porque no tienen como entubarla. Cuando por fin llega la ambulancia tuvieron que subir por las escaleras al tercer piso y entran con el oxigeno la montan y le colocan oxigeno, como la camilla no cabía en el ascensor decidieron agarrarla en los brazos y salimos todos corriendo por las escaleras y nos montamos en la ambulancia el anestesiólogo un ayudante de la ambulancia y yo hasta la clínica; porque según el paramédico no iba a llegar al pediátrico porque estaba mas lejos. Yo les dije a donde Uds. quieran pero no dejen que mi hija se muera, ¡sálvenmela por favor! Al llegar a la Clínica por el área de emergencia, la ingresaron a un cuarto donde llegaron varios médicos entre ellos el pediatra de guardia; y comenzaron a entubarla. Cuando sale el pediatra de guardia a hacer un informe yo le pregunto cómo esta mi hija, y el responde: le voy a ser sincero, su hija cuando ingresó a la Clínica lo hizo sin signos vitales. Ella está muy mal, la van a trasladar a cuidados intensivos ya que le dio un para respiratorio y un paro cardiaco. Solo le queda pedirle mucho a Dios por un milagro, y tener mucha fe. Son muchos los pacientes que llegan a estar en coma y se salvan. La llevan a cuidados intensivos, le realizan las placas correspondientes, y constatan que el cerebro se había inflamado tanto que llegaba a las paredes del mismo y que en ese caso y como ella estaba no se podía hacer mas nada solo pedir a Dios un milagro o a la Divina Pastora, que clínicamente la niña estaba muerta pero que tenían que esperar cumpliera 72 horas con el aparato o hasta que el cuerpo de la niña rechazara por si solo el aparato. A las 5.30 p.m. del día Sábado la doctora la diagnosticó muerta”.

- ¿Qué aspira ahora?
- “Mi hija se murió en parte por culpa de la cirujano, del anestesiólogo, de la falta de recursos en la clínica... Eso no puede ser porque ante todo está la vida del paciente y mucho más si es una niña de apenas 4 años y medio, yo necesito que después que lean este reportaje me ayuden a que a otros niños y adultos no les pase lo mismo. Yo reconozco que parte por mi ignorancia le pasó eso a mi hija porque, si yo hubiese sabido de un caso así como este le aseguro que hubiera tomado todas las medidas necesarias para evitar la muerte de mi hija. Es por eso que yo quiero que este caso salga a la luz publica y otras Madres puedan escuchar y cuidar más a sus hijos y que no se confíen en que el que sabe es el doctor, no señor sean muy precavidos cuando necesiten ser anestesiados por muy rápida y elemental que le digan que va a ser la anestesia. ”
Ella, madre a tiempo completo ahora ve morir cada día las mariposas. Cada tarde asiste a un nuevo funeral donde escribe con sangre el epitafio de su niña muerta. Una nueva frase, que aspira no sea la final. Un nuevo último paso, gritando justicia. A la búsqueda de una noche nueva, el final de un camino, que le de reposo a su alma…y descanso eterno a su angelito de apenas 4 años.

En su cara, ha visto partir la sonrisa. Ya no hay niños que dormir en casa. Nadie derrama el agua, ni abusa de los chocolates…mucho menos rompe los juguetes. Ni hace rabietas. Ni inventa alegrías. Ella madre toda, hasta ahora, solo ha visto multiplicar los engaños, con la certeza de saber que hay quienes creen que, de verdad, la han engañado. Releo su carta. Su dolor. El sitio donde queda la huella profunda de un error. El sitio donde, a cambio de su pena, otros olvidan, entierran, sepultan sin que se les perturbe el sueño...donde de tanto equivocarse y no asumir, aprenden a borrar sin pudor las consecuencias y las penas. Allí, donde se regodean los fracasos, donde hay un tiempo para todo…. los cirios de esta niña encienden de nuevo las sirenas.








0 comentarios: