Mi hijo es Emo

(Publicado en el Diario El Informador el 10.09.08)

Mi Hijo es Emo

Lic. Víctor M. Barranco C.

Escuchan música aunque no pueden calificarse como punketos. Les gusta combinar el negro y el fucsia, llevar flequillo que no los deja casi ni ver y grandes lentes oscuros. Hay entre ellos muchos bisexuales, todos tienen ganas de morirse y por eso van de mártires por la vida, aunque también los hay muy malos “pero sensibles”. Les gusta el color rosado. También el negro. Lloran. Se quejan. Se maquillan. Son muy "emocionales". Se enamoran. Le toman fotos a su pelo. Les gusta el color morado. Se alisan el pelo. Son más vanidosos que una miss. Están de moda. Cada semana sale un grupo nuevo. Son potencial y confesamente suicidas. Se pintan las uñas. Les queda base en la servilleta. Gritan mucho. Se alborotan el pelo por detrás. Adoran las calaveras. Se cortan. Su ideología no tiene historia. Son hipersensibles. Todo les afecta. No aceptan las cosas malas. Se depilan. Son confusamente femeninos. Usan delineador. Se pintan el pelo. Adoran a los gay. Idolatran a Michael Jackson. Todos, alguna vez, le han dado un beso a un amigo. Usan lentes de contacto de color. Cintas en el cuello. Adoran los colores pastel. Son miedosos. Demasiado amables. Se ponen jeans desteñidos. Todo lo que usan es de marca. Se comen las uñas. Son anoréxicos. Les gustan las rosas. Usan brillo para los labios. Lo peor que les puede pasar es tener el pelo crespo. Usan sacos de rayas. Se ponen medias en los brazos. Toda su ropa es talla 14 para niños. Su himno son las estrellas rosadas y negras. Cantan como niñitas y luego gritan como si tuvieran tos de perro. Todo emo tiene más de 3 pares de zapatos y por lo menos uno con calaveras. Usan pañoletas en todas las partes del cuerpo. Tienen, al menos, un cinturón con calaveras o con cuadritos rosados. Vuelven lesbianas a las niñas. No pueden ver por un ojo. Todos tienen por lo menos un IPOD (el Nano rosado es su favorito) Controlan el consumo de calorías. Son bulímicos. Todos tienen un hámster, un perro o un gato a quién amar. Lo mejor que les ha pasado es My Space. Aman Lacoste. Tienen más cosméticos que su novia. Huelen igual que su hermana. Se cambian la ropa entre ellos. Toman solamente leche de soya. Y muchos de ellos suelen divertirse tomándole fotos al espejo. Son producto del ocio descontrolado, de una nueva subcultura como lo fueron en su época los hippies. Son una nueva expresión de la soledad. Un nuevo grito del desafecto. Una nueva protesta de la desintegración. Una consecuencia de nuestro proceso formativo. Un nubarrón en el norte. "son la corriente más joven, esa que agrupa a chicos entre 12 y 19 años, quienes realmente no están pensando en ser un movimiento social, simplemente se reúnen, toman música de un lugar, moda de otro y se dejan cierto look pesimista muy introvertido para decir aquí estamos y se muestran como ellos dicen, emocionalmente inestables"…aunque en el camino, perviertan sus deseos, desnuden sin pudor emociones aprendidas y puedan sufrir consecuencias que vayan más allá de las meras cicatrices juveniles.

-Luce joven. Extremadamente nerviosa. Cómo si temiera ser descubierta... ¿Qué le sucede, señora? Le pregunto
- No sabe Licenciado cuánto me costó verlo. He leído casi todos sus reportajes y nunca pensé que algún día estaría delante de usted contándole un problema, que yo pudiera ser tema de uno de ellos. Tengo un hijo adolescente, raro…muy raro. Primero pensé que tenía cosas propias de los muchachos de su edad. Esa irreverencia que caracteriza el paso a la pubertad. Esas modas locas unisex que uno no sabe si son chicha o limonada. Hasta que un día me habló de suicidio, de odio hacia los demás y hacia sí mismo, de una filosofía de vida que define como:”Haz lo que quieras, con quien quieras, donde quieras, sin importar lo que digan tus padres”; de una especie de chascarrillo obsesivo e irreal que resume en “Soy un incomprendido”. “La vida es un tormento”. Una confrontación conmigo y su familia al exigirnos “¡Déjame hacer lo que quiero!”. Una desconexión de los principios que me hace llorar cada vez que afirma “Dios no existe, solo existe el sufrir”…o, “Por qué tuve que nacer”. Al principio pensé que era bipolar, pero no. El me dijo que era Emo.

- ¿Qué es un Emo?
- He leído mucho sobre el tema, y antes de venir a verlo investigué sobre ellos, porque más que contar mi historia, quiero que usted alerte a otros padres sobre esa nueva plaga que, disfrazada de modernismo anula la personalidad de nuestros hijos, los desorienta y confunde sexualmente, los hace suicidas en potencia, bulímicos militantes y ateos consumados. Sin ser satánicos se rozan con conceptos y afirmaciones demasiados preocupantes como para seguir callando en aras de no ser etiquetada como vejuca. El investigador sobre temas de juventud, Héctor Castillo, opina que los emos "son la corriente más joven, que agrupa a chicos entre 12 y 19 años, que realmente no están pensando en ser un movimiento social, simplemente se reúnen, toman música de un lugar, moda de otro y se dejan cierto look pesimista muy introvertido para decir aquí estamos y se muestran como ellos dicen, emocionalmente inestables". El término "emo" proviene de 'emotional' (emocional) y tiene origen en los movimientos musicales hardcore y punk de los años 80, aunque a las canciones actuales les agregaron mensajes sentimentales, tendencias suicidas y de tristeza" señala Andrés Alcántara, especialista en grupos urbanos. Otros piensan que un emo nace, no se hace. Ellos escuchan solo cierto tipo de música, se visten y peinan de una manera característica, siempre estarán vestidos de negro tal vez combinados con rayas, rombos, cuadros o algo así. Su pantalón debe ser de tubito en mezclilla negra, estos pantalones deben estar apretadísimos y que se le vean los interiores, es requisito indispensable. La camiseta debe tener una talla de niño, estas camisetas podrían tener a grupos como The Who, Misfits, My Chemical Romance, Panda, etc. Y no importa que no escuchen a esos grupos, a un emo le vale lucirlo en la franela; y el requisito fundamental es que ésta siempre debe ser negra.

- Usted define bien lo que han recogido otros, pero ¿qué fue lo que notó en su hijo que le hizo preocuparse?
- Primero el modo de vestirse. Los colores pasteles combinando con el negro. Se hizo un tatuaje de un corazón o algo así, y ahora siempre lleva un morral consigo. Usa cientos de pulseras en los brazos. Se maquilla los ojos, el cabello se lo peina a lo Hitler, tapándose el ojo derecho con él, como si no quisiera ser visto. Depresivo. Sus días son sombríos, su actitud muchas veces es triste. Amenaza con cortarse con una navaja que ahora siempre carga. Sus amigos lucen como niñas y sus amigas como hombrunas. Una vez entré a su cuarto y estaba besando a un amigo.

- ¿No tendrá más bien una confusión de tipo sexual, que estaría por definirse?
- No Licenciado. El ha cambiado mucho su personalidad. Ahora todo lo que hace tiene mucho que ver con su nuevo mundo. Está demasiado delgado creo que como sinónimo de la vida que quiere llevar. Deprimente, sin sentido y sufrida. Vive en constante depresión debido a que según sus amigos, el mundo es miserable y denigrante. Su habitación tiene poca luz, cubrecamas de un solo color y cama dura, de esta forma, al levantarse cada mañana dice que se obliga a recordar lo miserable de su existencia. Me recalca mucho que no cree en religiones ni en dioses. Sus símbolos son: las calaveras, los corazones rotos y las estrellas rosadas. Tiene un marcado sentimiento de odio y rechazo por el mundo que lo rodea. Sus amigas han perdido su feminidad al vestirse igual que los hombres. Tiene pocas expectativas en la vida, mucho menos sueños o anhelos que alcanzar. Hoy ofrece un aire pesimista, lánguido… Cuando alguien le habla, mira a través de su mechón, sin mirarlo a la cara, con desgano. Total, siempre me dice que lleva en su mente la idea de suicidarse… Cuando le pregunto ¿qué tal estás?, utiliza alguna de estas expresiones para contestarme: vacío, afligido, no sé cómo estoy, de domingo por la tarde…Ahora contestando en concreto su pregunta Licenciado, actúa como si fuera gay, aunque no lo sea. En esta cultura, movimiento, grupo, desviación o cómo se quiera llamar se fomenta la bisexualidad. Es más, le tiene horror a estar gordo. Es triste, pero es así, por lo tanto promueve la anorexia. Comúnmente, cosa que no hacía, consume alcohol, y no sé si alucinógenos. Está pálido y ojeroso porque ahora para él, es lo más bello y atractivo. Sus fiestas son como intentos de suicidio que no llegan a su objetivo. Disfruta recreándose en las resacas, tirado por el suelo, llorando y manifestando: Cómo me odio!

- ¿Ha solicitado ayuda profesional?
- Sí. También he leído mucho sobre el tema. Aunque muchos dicen que eso le pasará, tengo miedo a que pueda suicidarse, o volverse loco. Esas depresiones continúas, esa confusión sexual, ese exacerbar cotidiano del odio, esa especie de doble vida que se ha impuesto, de pronto puede llevarlo a alguna crisis sin regreso. A un callejón, donde ni siquiera Dios pueda ayudar porque lo niega con frecuencia. Vivo no solo con la vergüenza, la culpa de haber fallado como madre, sino con el miedo de dejar de serlo de pronto por alguna consecuencia de eso que él llama ser emo. Un profesional me dijo que no todos los Emos se quieren suicidar, afortunadamente, pero algunos se cortan las muñecas, se las vendan y después muestran las cicatrices solo como símbolo de pertenencia". Que esas actitudes adoptadas por algunos jóvenes emos "corresponden a un sentimiento de tipo adolescente donde la soledad e introspección son elementos presentes cuando se está conformando la personalidad del individuo" Por su parte el psicólogo Andrés Alcántara, especialista en grupos urbanos, dice que para los emos lo que importa "es el aquí y el ahora y quién sabe si hay futuro. Muchos no empiezan una relación porque va a terminar entonces ¿para qué la empiezo?" "La angustia de pensar en la nostalgia del futuro los deja inmóviles y dicen, por ejemplo: sería bueno tener novia pero si me engaña y me corta, entonces mejor no tengo” y ahí se quedan"

- Su esposo ¿qué le dice?
- Soy divorciada Licenciado. Y mi ex marido no ha conseguido un camino mejor que desentenderse. Me culpa a mí de la situación actual del muchacho. Según su opinión, yo lo malcrié mucho, lo sobreprotegí, y hoy estoy viviendo las consecuencias de eso. Yo, solo le di cariño. Lo que pude. Nunca tuvimos más, que el uno al otro. Y conmigo no es malo. Al contrario, súper cariñoso. Pero siento que algo anda mal en su corazón y en su cabeza. Que eso no puede ser solo una moda. Que alguna consecuencia deberá quedarle de este torbellino por el que pasa.

- ¿Qué piensa hacer?
- Empaparme del problema y de sus posibles soluciones. Hurgar, no solo en la medicina, sino que en el afecto, en esa relación madre e hijo que en algún momento debí erosionar y por eso la consecuencia de esta falla…para recomponerla con paciencia, con dedicación, con mucho amor. Sembrar de nuevo en mi hijo la esperanza, pero no desde la reprimenda, sino desde la comprensión. Decirle al mundo, y por eso estoy acá confiando en que usted publicará mi historia algún miércoles en El Informador, donde muchísima gente la leerá, y pueda yo a través de usted despertar la reflexión de muchos padres que, ajenos a algunas consecuencias, estimulan en sus niños de poquísima edad cortes de pelo de sexualidad confusa, el uso de pulseras, tintes y maquillajes que –sin percatarse- pueden ser el abrir la puerta a un problema de las dimensiones como el que hoy tengo. Sacudirlos, hacerlos preguntarse: ¿Qué está sucediendo con nuestros hijos? ¿Seremos los padres culpables de lo que está pasando? ¿Les estamos dando el amor que tanto necesitan? Este tema es preocupante y no debemos ignorarlo! ¿Por favor si algún hijo, sobrino, ahijado, hermano menor está adquiriendo este estilo de vida que yo he descrito muévete y busca ayuda, no esperes a que sea demasiado tarde para remediar la situación! Necesitamos una juventud atrevida, que tenga deseos de vivir, de salir adelante, de luchar por sus sueños. Pero sobre todo una juventud que conozca el verdadero amor. El amor de Dios, el de sus padres, el respeto ajeno, y la capacidad de soñar en sus incipientes vidas.

Se marcha, como desahogada. Como quien ha dibujado para otros las madrugadas que no tiene. Como quien ha entregado un recetario amargo, duro, pero capaz de decirle a los demás como no perder sus sueños, aún cuando los suyos están en período de reconstrucción. Cómo encontrar un espacio en medio de la turbulencia para, con esa sapiencia que da el amor de madre, arar en el desierto si es necesario, avanzar en medio de las espinas, adivinar el camino en medio de la noche y haciendo caso omiso al dolor…aperturar espacios, abrir ventanas, y encender luces por donde puedan de nuevo asomarse las esperanzas.
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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Q estupidez es esta?? yo soy emo, soy mujer, tengo 17, me gustan los chavos, casi no lloro por nada y me gusta demostrar lo q siento sin tener pena, amo el rock y el metal.
lic. usted dice que "investigo" ...
pero al parecer no sabe nada... no nos juzgue solo por lo q dice el internet... y ademas es logico,no todos podemos ser iguales todos tienen una personalidad distinta. en lo unico que si coincidimos a veces es en gustos pero no en caracter.

Unknown dijo...

Será?... Conozco casos iguales a lo que describe la señora.